Conciliación de medicamentos: una estrategia eficiente para reducir errores de medicación
Q.F. Yanneth Moya Olave, académico de la escuela de Química y Farmacia de la Universidad de Valparaíso.
Magister en Gestión Farmacéutica y Farmacia Asistencial.
En la actualidad los errores de medicación (EM) constituyen un relevante problema de salud debido a que incrementan la morbimortalidad y, por ende, los costos sanitarios. Se ha documentado que los EM en el mundo causan 7.000 muertes anuales y poseen un costo asociado aproximadamente de 17 y 28 billones de dólares al año, esto a pesar de que entre el 20 y 70% de los mismos pueden ser prevenibles.
La necesidad de prevenir y/o reducir los EM, hoy en día es primordial, y de esta manera es necesario establecer estrategias que permitan mejorar la seguridad del paciente.
Uno de los aspectos fundamentales de la seguridad del paciente es contar con la información completa y actualizada de la medicación. Estudios señalan que la falta de información corresponde a la primera causa de acontecimientos adversos relacionados tanto en atención primaria como durante la hospitalización, siendo más acentuado durante las transiciones asistenciales (en especial al ingreso de la hospitalización, traslado de un servicio o egreso de estos).
Al respecto diversos organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Institute for Healthcare Improvement (IHI), la Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations (JCAHO), entre otros, concuerdan que el abordaje de los EM requiere un enfoque sistemático e interdisciplinario dentro de cada institución.
Dentro de las causas que favorecen los errores de medicación más frecuentes se encuentran:
- Deficiencias en la comunicación entre personal de la salud – paciente: a esta causa se le atribuye hasta el 50% de los EM, la que se ve aumentada cuando se consideran bajos tiempos de atención en box de paciente, inadecuada alfabetización en salud de los pacientes y falta de destrezas tecnológicas de los pacientes, entre otros.
- La pluripatología y polifarmacia: la condición de pluripatología es cada vez mayor debido a la curva de crecimiento demográfico nacional y mundial, asociado a los estilos de vida poco saludables que prevalecen (mayor sedentarismo, obesidad, menor ingesta de frutas y verduras). Adicionalmente, la atención de salud se encuentra fragmentada, por lo que es cada vez más frecuente que un paciente se trate con diferentes especialistas en los diversos niveles de atención. Esto puede favorecer la presencia de distintas prescripciones para una misma sintomatología, lo que conlleva al uso de más medicamentos en forma concomitante (polifarmacia), favoreciendo la presencia de interacciones farmacológicas que pueden comprometer la eficacia y/o seguridad de la terapia, así mismo se deteriora la adherencia.
- Falta de un registro único de salud: cada vez es más frecuente que distintos centros médicos (incluyendo hospitales, consultas privadas o consultorios de atención primaria) posean su propia ficha médica. Esto fragmenta la información de relevancia clínica tal como los antecedentes de reacciones adversas a medicamentos, alergias, exámenes u otra información que debiera ser compartida entre los profesionales que tratan al mismo paciente.
Algunos de los principales errores de medicamentos provenientes de una deficiente o nula conciliación son:
Tabla 1: Tipos de errores de medicación.
En la actualidad se han definido diversas estrategias para controlar esta fuente de errores, dentro de las cuales está la conciliación de medicación, y en ella el/la químico farmacéutico(a) tiene un rol fundamental.
Este concepto se define como el “proceso que compara la medicación habitual del paciente con la medicación prescrita después de una transición asistencial (comunidad-hospital o viceversa) o de un traslado dentro del propio nivel asistencial”; y su principal objetivo es analizar y resolver las diferencias detectadas (llamadas discrepancias).
Este proceso debe considerar la participación de todos aquellos relacionados con la medicación, equipo prescriptor, personal de la salud y al propio paciente y/o su cuidador, ya que con ellos se deberá analizar las discrepancias encontradas (incluyendo falta de adherencia y/o la falta de comprensión de los tratamientos) y justificarlas en caso necesario.
Muchos autores han recomendado que la conciliación se realice de forma sistemática y su proceso se puede resumir en estas 5 etapas:
- Establecer la situación farmacológica actual (obtención del mejor historial farmacoterapéutico): a través de la revisión de la ficha clínica, recetas disponibles y complementado por una entrevista en profundidad con los pacientes y/o cuidadores, confeccionar un listado (actualizado y completo) de los medicamentos usados por el paciente. Este listado debe considerar tanto medicamentos prescritos como automedicados (incluyendo fitoterapias), y debe contemplar nombre del principio activo, dosis, pauta y última dosis administrada. Otro aspecto importante es contar con el historial de reacciones adversas, alergias, intolerancias medicamentosas o interrupciones previas de tratamientos anteriores y la adherencia farmacológica del paciente.
- Detección de discrepancias entre el listado obtenido y los registros oficiales (ficha médica, receta u otros).
- Justificación-resolución de discrepancias: para ello es necesario realizar conversaciones con el equipo prescriptor y/o los pacientes, para determinar condiciones clínicas del paciente que respalden la prescripción objetada.
- Documentar los cambios de las prescripciones realizadas, registrando las justificaciones en fichas o documentos oficiales respectivos.
- Transmitir y comunicar la lista conciliada de medicamentos: es deseable que el paciente y/o su cuidador conozca y disponga de un registro físico en donde contemple su listado conciliado.
Por otra parte, es necesario tener presente que la conciliación de medicación debe ser capaz de discriminar aquellas situaciones de alto riesgo para desencadenar acontecimientos adversos que requieran una resolución rápida.
De esta manera se proponen tiempos en los que deben ser conciliados ciertos medicamentos y que se resumen en la tabla 2.
Tabla 2: Fármacos con tiempo máximo de conciliación.
Varias publicaciones han demostrado la utilidad de conciliar la medicación, y han determinado que sus beneficios no sólo están asociados a los aspectos económicos derivados de la disminución de EM, de hospitalizaciones y de estadías hospitalarias, sino que se ha reflejado en el bienestar de los pacientes.
En Chile, el Ministerio de Salud de Chile ha establecido la conciliación de medicación como un servicio farmacéutico, permitiendo su implementación, la difusión de esta estrategia y la sensibilización de los profesionales de la salud, de manera de contribuir efectivamente en la seguridad del paciente y por ende en la calidad asistencial.
Bibliografía:
1. Institute for Healthcare Improvement (IHI) protecting 5 million live from harm campaign. Getting Starked Kit: prevent adverse Drug Event (medication Reconciliation) How-to Guide : Institute for Healthcare Improvement; 2007. Disponible en: http://www.ihi.org/Engage/Initiatives/Completed/5MillionLivesCampaign/Pages/default.aspx
2. Sociedad Catalana de Farmacia Clínica 2009 Guía de conciliación de la medicación disponible en htps://www.sefap.org/media/upload/arxius/formacion/aula_fap_2010/bibliografia/Guia_conciliacion_medica_SCFC.pdf