Química y Farmacia

N° 2
Octubre 2021

La píldora anticonceptiva: hito farmacéutico y social

Q.F. Ximena Lyng Rojas
Químico Farmacéutico de la Universidad de Valparaíso - Directora de Relaciones Médicas de Laboratorios Saval


“Nunca en la historia de la humanidad, una cosa tan pequeña ha tenido consecuencias tan grandes”. Esta famosa frase de la época, ilustra los profundos, variados y sensibles efectos en el diario vivir que produjo la píldora anticonceptiva. Pocos hitos de la investigación y el desarrollo de medicamentos han causado cambios tan fundamentales influenciando la opinión de diferentes grupos de pensamiento, comunidades científicas, religiosas, agrupaciones políticas, y más importante aún, por el común de los ciudadanos, especialmente las mujeres.

Aunque la píldora no creó la revolución sexual, proporcionó a las mujeres la liberación de la dependencia de su vida sexual con respecto a la maternidad. Con el primer medicamento destinado a ser usado en gente sana y además durante períodos prolongados de tiempo, se consigue un progreso indiscutible hacia la búsqueda de la igualdad de la mujer con el hombre. En otras palabras, la mujer llegaba a conseguir una situación que hasta ahora era sólo privilegio del varón, cuál era la de ejercer su sexualidad sin la consecuencia de la llegada de un hijo.

En la década de 1930, los científicos habían aislado y determinado la estructura de las hormonas esteroideas, encontrando  que altas dosis de andrógenos, estrógenos o progesterona inhibían la ovulación. Hasta ese momento,  las hormonas eran obtenidas de  extractos de animales mediante procesos extraordinariamente caros. En 1939, el profesor de química orgánica de Pensilvania Russell Marker,  experimentando con  sapogeninas vegetales  descubrió fortuitamente  un proceso químico que transformaba en  sapogenina diosgenina en progesterona , primero utilizó zarzaparrilla y luego  encontró una materia prima mucho mejor, la saponina del ñame mexicano no comestible (Dioscorea mexicana). 

El escenario estaba listo para el desarrollo de un anticonceptivo hormonal, pero las compañías farmacéuticas, universidades y gobiernos no mostraron interés en hacer la inversión necesaria para este avance

Dos mujeres fueron fundamentales para contar con el financiamiento necesario. Primero  Magaret Sanger,  fundadora del movimiento anticonceptivo estadounidense, quien a  principios de 1951 obtuvo una pequeña donación de PPFA  (Planned Parenthood  Federation of America), para que el investigador y  fisiólogo reproductivo Gregory Pincus,  pudiera  a dar los primeros pasos en el desarrollo del anticonceptivo hormonal. En marzo de 1952, la sufragista y  la filántropa Katharine Dexter Mc Cormick, amiga y seguidora de Sanger, consiguió un  financiamiento mucho mayor con el que  Pincus pudo continuar con el proyecto.

Pincus y McCormick  reclutaron   al profesor clínico de ginecología de Harvard , John Rock, experto en tratamiento de infertilidad y jefe de ginecología en el Hospital de Brigham y de Mujeres (Brigham and Women's Hospital), para dirigir  la investigación clínica .  En 1953, por sugerencia de Pincus, Rock indujo un estado de "pseudoembarazo" anovulatorio de tres meses en pacientes con infertilidad con un régimen oral de progesterona sola a 300 mg/día por veinte días de los días  5-24 del ciclo, seguido por días sin pastillas para obtener una hemorragia por abstinencia. Esto produjo la tasa de embarazo alentadora de 15% durante los siguientes cuatro meses sin la problemática amenorrea de los previos regímenes continuos de estrógeno y progesterona. Pero el 20% de las mujeres experimentó sangrado intermenstrual, indicando que se necesitarían mayores y también más caras dosis de progesterona para suprimir la ovulación inicialmente y de manera constante. 

Pincus le pidió a sus contactos en compañías farmacéuticas que le enviaran compuestos químicos con actividad progestogénica encargando  al  fisiólogo  Min Chueh Chang ,  examinar cerca de 200 compuestos. Los tres más prometedores resultaron ser  la noretisterona de Syntex el noretinodrel y norentandrolona de Searle. 

En diciembre de 1954, Rock  estudió el potencial para suprimir la ovulación de  las tres progestinas con dosis 5–50 mg por tres meses (por 21 días por ciclo-días 5-25 seguidos por días sin pastillas)  Las dosis de 5 mg de noretindrona y noretinodrel y todas las dosis de norentandrolona suprimían la ovulación pero causaban sangrado intermenstrual, no así utilizando  10 mg o más de noretindrona y noretinodrel que no producían este sangrado y conducían  a una tasa de embarazo del 14% en los siguientes cinco meses. Pincus y Rock seleccionaron el noretinodrel para el primer ensayo anticonceptivo en mujeres, citando su falta total de androgenicidad versus la androgenicidad muy ligera de la noretindrona.

Posteriormente descubrieron  que el noretinodrel seleccionado,  estaba contaminado con entre 4-7% del estrógeno mestranol, un intermedio en su síntesis . Al purificar el noretinodrel a menos de 1% de mestranol se producían sangrados intermenstruales, por lo que incorporaron intencionalmente un 2,2% de mestranol en los ensayos. La combinación de noretinodrel y mestranol fue patentado como Enovid.

El primer ensayo anticonceptivo de Enovid dirigido por Edris Rice-Wray empezó en abril de 1956 en  Puerto Rico.  En 1957 y con más estudios desarrollados, se estaba en condiciones de concluir que el estrógeno en Enovid podría ser reducido un 33% para disminuir la incidencia de efectos secundarios gastrointestinales estrogénicos, sin incrementar significativamente la incidencia de sangrados intermenstruales.  En Junio de ese mismo año, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos aprobó Enovid 10 mg (9.85 mg noretinodrel y 150 µg mestranol) en la indicación de  trastornos menstruales.

Ensayos anticonceptivos adicionales mostraron que Enovid era altamente efectivo a dosis de 10, 5, y 2,5 mg. La FDA sin embargo, negó considerar esta aplicación con las formas de dosificación más bajas, anunciando la aprobación de Enovid 10 mg como anticonceptivo, en mayo de 1960 y haciendo efectivo dicho anuncio el 23 de junio de este mismo año.

No obstante su aprobación, la compañía Searle, dueña de la marca Enovid, no lo comercializó como anticonceptivo con las dosis de 10mg. Comenzando a promover a los médicos esta indicación, luego que la FDA, aprobara Enovid 5 mg (5 mg noretinodrel and 75 µg mestranol) para este uso, en febrero de 1961.

Bibliografía:
1-. Best Pract Res Clin Endocrinol Metab. 2013 Feb;27(1):3-12
2.- Steroids. 1992 Dec;57(12):624-30
3.- Int J Fertil. 1991;36 Suppl 3:16-25